Hidrocefalia


Condición en la que se acumula una cantidad excesiva de líquido cefalorraquídeo (LCR) en el cerebro, lo que puede aumentar la presión intracraneal, y ocurre debido a una producción excesiva, un drenaje insuficiente, o una obstrucción en el flujo del LCR. Aunque puede presentarse en personas de todas las edades, es más común en recién nacidos y adultos mayores. Esta última llamada también Hidrocefalia Normotensiva (HNT) o Hidrocefalia Crónica del Adulto (HCA) es causa de demencia potencialmente reversible.
Los síntomas varían, pero principalmente se presenta aumento del tamaño de la cabeza, vómitos, dolores de cabeza, problemas de equilibrio, confusión o deterioro cognitivo.
Preguntas frecuentes
Comúnmente cuando hay un tumor cerebral hay dolor de cabeza. Sin embargo, el dolor de cabeza puede tener muchas causas. Golpes, estrés, depresión, ansiedad, consumo de alcohol, consumo de cafeína. Por tanto, el dolor de cabeza no siempre representa que hay tumor cerebral.
Los signos de un tumor cerebral varían según su tamaño, ubicación y velocidad de crecimiento. Algunos síntomas comunes incluyen:
- Dolores de cabeza persistentes, que suelen ser más intensos por la mañana o al cambiar de posición.
- Náuseas y vómitos inexplicables, sin relación con otros problemas digestivos.
- Dificultades neurológicas, como debilidad en un lado del cuerpo, problemas de equilibrio o coordinación.
- Alteraciones visuales, como visión borrosa, doble o pérdida de campo visual
- Cambios en el comportamiento o la personalidad, incluyendo confusión, dificultad para concentrarse o pérdida de memoria.
- Convulsiones
No, no todos los tumores cerebrales son malignos. Existen principalmente:
Tumores benignos, los cuales crecen lentamente, tienen bordes bien definidos y no invaden el tejido circundante. Aunque no se diseminan, pueden causar síntomas si presionan estructuras cerebrales. Entre estos podemos mencionar los meningiomas y schwannomas.
Tumores malignos, los cuales crecen rápidamente, invaden tejidos cercanos y pueden reaparecer tras el tratamiento. Algunos de este tipo son los glioblastomas y astrocitomas anaplásicos.
Sí, las alteraciones visuales y auditivas pueden indicar un problema neurológico, especialmente si aparecen de forma repentina, progresiva o sin una causa evidente. Algunas de estas causas incluyen Migrañas, Epilepsia, Tumores Cerebrales, Accidentes Cerebrovasculares, Neuropatías, entre otros.
Si se presentan estos síntomas, es fundamental acudir a valoración para obtener una evaluación, diagnóstico y tratamiento oportuno.
No todos los golpes en la cabeza requieren una revisión médica inmediata, pero ante la presencia de signos alerta es necesario acudir a valoración. Presta atención y actúa si se presenta:
- Pérdida del conocimiento, aunque sea breve.
- Vómitos repetidos.
- Dolor de cabeza intenso o que empeora con el tiempo.
- Confusión, desorientación o dificultad para hablar.
- Convulsiones.
- Pérdida de fuerza o sensibilidad en alguna parte del cuerpo.
- Sangrado persistente o salida de líquido transparente por nariz u oídos.
- Moretones alrededor de los ojos o detrás de las orejas.
Ambas son lesiones en la cabeza, pero tienen características particulares:
Conmoción cerebral
- Es una lesión leve y temporal del cerebro causada por un golpe o sacudida.
- No suele haber daño estructural visible en estudios de imagen.
- Puede causar pérdida breve de conciencia, confusión, mareo, dolor de cabeza, náuseas y alteraciones de memoria.
- Generalmente se recupera con reposo y seguimiento médico.
Contusión cerebral
- Es una lesión más grave que implica un daño estructural en el tejido cerebral.
- Puede presentarse sangrado microscópico o inflamación en el cerebro, visible en estudios de imagen como una TAC o resonancia.
- Puede provocar síntomas más prolongados o severos, como pérdida de conciencia prolongada, debilidad en extremidades, dificultad para hablar o convulsiones.
- Requiere monitoreo médico, ya que puede evolucionar y generar complicaciones como hematomas o edema cerebral.
Si hay sospecha de cualquiera de estas lesiones, es fundamental acudir con el especialista.
Cuando se presenta un deterioro cognitivo como la demencia en el adulto mayor, acompañado de incontinencia urinaria y dificultad para caminar (Triada de Hakim-Adams), es muy probable que la causa sea la presencia Hidrocefalia Normotensiva, es decir la acumulación de Líquido cefalorraquídeo en el cerebro.
Un tratamiento común es la Derivación Ventrículoperitoneal, en la cual se coloca una válvula para drenar el exceso de Líquido cefalorraquídeo; y aliviar así los síntomas anteriores.
Antes que nada, se requiere una valoración del paciente para determinar si es candidato al procedimiento.
La hidrocefalia es una condición cerebral dónde existe un aumento anormal de Líquido Cefalorraquídeo, ocasionando incremento en la presión Intracraneal.
Puede afectar a personas de todas las edades, desde recién nacidos hasta adultos mayores, sin embargo, el mayor riesgo se presenta en:
- Bebés prematuros
- Personas con antecedentes de infecciones cerebrales
- Pacientes con traumatismos craneoencefálicos
- Adultos mayores con síntomas de deterioro cognitivo y dificultad para caminar e incontinencia de esfínteres.
La debilidad en brazos o piernas puede tener diversas causas, desde problemas musculares hasta afecciones neurológicas más serias, entre las posibles causas neurológicas podemos mencionar:
- Accidente cerebrovascular (ACV): Debilidad repentina en un lado del cuerpo, dificultad para hablar o pérdida de equilibrio.
- Hernia de Disco o Compresión nerviosa: Puede causar debilidad, hormigueo o dolor en brazos o piernas.
- Esclerosis múltiple: Enfermedad autoinmune que afecta la conducción nerviosa, provocando debilidad intermitente.
- Neuropatías periféricas: Asociadas a diabetes o deficiencias vitamínicas, causando debilidad progresiva.
Es una condición que ocurre cuando el nervio ciático se irrita o se comprime. Este nervio se extiende desde la parte baja de la espalda (zona lumbar) hasta las piernas y los pies.
Puede presentarse:
- 1. Dolor en la parte baja de la espalda: Puede ser un dolor constante o punzante.
- 2. Dolor que se irradia a una pierna: Generalmente se siente a lo largo de la pierna, desde la zona lumbar, pasando por el glúteo, hasta la pantorrilla o el pie.
- 3. Hormigueo o entumecimiento: Algunas personas experimentan sensación de ardor, debilidad o pérdida de sensibilidad en la pierna afectada.
- 4. Empeoramiento del dolor al toser, estornudar o estar sentado por largo tiempo.
Entre las causas más comunes podemos mencionar hernias de disco, estenosis espinal o lesiones que presionan sobre el nervio ciático.
Es importante tratar la ciática adecuadamente para aliviar el dolor y evitar que se convierta en un problema crónico. Esto puede implicar fisioterapia, medicamentos antiinflamatorios, cambios en el estilo de vida o, en algunos casos, cirugía.
Puede ser motivo de preocupación si existe:
Dolor intenso y repentino: Si el dolor es muy fuerte y comienza de manera repentina, sin una causa aparente (como una lesión), puede ser señal de un problema serio, como una hernia de disco o un problema en la médula espinal.
Dolor que persiste o empeora: Si el dolor dura más de unas pocas semanas y no mejora con descanso, medicamentos o cambios en la postura, podría ser signo de una afección subyacente, como estenosis espinal.
Dolor que irradia a las piernas o brazos: Si el dolor se extiende hacia los brazos o las piernas, acompañándose de hormigueo, debilidad o entumecimiento, puede indicar una compresión nerviosa, como en el caso de la ciática.
Pérdida de control de la vejiga o intestinos: Si experimentas dificultad para controlar la orina o las heces, o sientes que se te escapan, podría ser señal de un problema en la médula espinal.
Debilidad en las piernas: Si notas que no puedes caminar o te sientes débil en las piernas, esto puede ser signo de daño a los nervios de la columna, lo que necesita atención urgente.
Historial de cáncer: Si tienes antecedentes de cáncer y experimentas un dolor de espalda inexplicable o que empeora con el tiempo, es importante consultar a un médico, ya que puede estar relacionado con metástasis o un tumor en la columna vertebral.
Fiebre o pérdida de peso inexplicable: Si el dolor de espalda se acompaña de fiebre, sudores nocturnos, o pérdida de peso sin razón aparente, podría ser una señal de una infección en la columna vertebral.
Si experimentas cualquiera de estos síntomas, o si el dolor de espalda no mejora con tratamientos comunes básicos, es recomendable consultar a un especialista para una evaluación detallada y tratamiento oportuno.
No. Un neurocirujano es un especialista que trata afecciones del sistema nervioso, incluida la columna vertebral, pero la cirugía es solo una de las opciones disponibles. La mayoría de los problemas de espalda pueden ser tratados con tratamientos no quirúrgicos, como:
- 1. Medicamentos: Analgésicos, antiinflamatorios, relajantes musculares, o medicamentos específicos para el dolor nervioso.
- 2. Fisioterapia: Ejercicios y terapias que pueden ayudar a aliviar el dolor, fortalecer los músculos de la espalda y mejorar la movilidad.
- 3. Inyecciones: En algunos casos, se pueden utilizar inyecciones de esteroides para reducir la inflamación y el dolor.
- 4. Modificaciones del estilo de vida: Cambios en la postura, el peso y la actividad física para prevenir la agravación del dolor.
El neurocirujano evaluará tu condición y estudios, para indicarte el tratamiento adecuado según el diagnóstico. La cirugía generalmente solo se considera cuando:
- Los tratamientos conservadores no han funcionado.
- Hay daños graves en los nervios que podrían causar discapacidad.
- Hay problemas graves como una hernia de disco que comprime la médula espinal o nervios y no se resuelve con otros métodos.
El latigazo cervical es una lesión común después de un accidente de auto, especialmente en colisiones por alcance. Se produce cuando el cuello se mueve bruscamente hacia adelante y luego hacia atrás, lo que puede afectar los músculos, ligamentos y, en algunos casos, los discos vertebrales de la zona cervical (cuello).
¿Siempre quedan secuelas?, depende de factores como:
- 1. Gravedad de la lesión: En muchos casos, el latigazo cervical es leve y las personas se recuperan completamente con tratamiento adecuado. Sin embargo, si la lesión es más grave, podría haber un daño más profundo a los tejidos, lo que podría generar secuelas a largo plazo.
- 2. Tratamiento y atención temprana: El tratamiento oportuno, que incluye reposo, fisioterapia y medicamentos, puede ayudar a prevenir complicaciones y mejorar la recuperación. Las personas que no reciben tratamiento adecuado pueden tener más probabilidades de desarrollar dolor crónico o rigidez en el cuello.
- 3. Factores individuales: La edad, la salud general y la condición física de cada persona también juegan un papel importante en la recuperación. Las personas más jóvenes y saludables suelen recuperarse más rápidamente, mientras que los adultos mayores o aquellos con problemas previos de columna pueden experimentar secuelas a largo plazo.
- 4. Duración de los síntomas: En muchos casos, el dolor y la rigidez del latigazo cervical desaparecen en unas pocas semanas o meses. Sin embargo, algunas personas pueden experimentar síntomas persistentes, como dolor crónico, mareos o problemas de movilidad en el cuello, que pueden durar más tiempo. Estos síntomas pueden ser considerados "secuelas" si persisten durante meses o años.
Minimiza el riesgo de secuelas buscando atención médica inmediata, siguiendo indicaciones y el plan de Fisioterapia recomendado, y evitando el reposo prolongado.
Un neurocirujano es un médico especializado en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades del sistema nervioso, incluidos los nervios, la médula espinal y el cerebro. En el caso de problemas de columna, un neurocirujano es el especialista indicado cuando:
- Hay problemas relacionados con los nervios: Como compresión de la médula espinal o de los nervios que salen de la columna, como en el caso de una hernia de disco, estenosis espinal o síndrome de cauda equina.
- Hay riesgo de daño nervioso: Si los síntomas incluyen dolor irradiado a las extremidades, debilidad, pérdida de sensibilidad, o disfunción en el control de la vejiga o los intestinos (lo que indica que los nervios podrían estar afectados).
- Es necesaria una cirugía: Si se requiere una intervención quirúrgica para corregir problemas en la médula espinal o nervios (por ejemplo, descompresión de nervios o cirugía de columna).